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Tras la creacion del hombre nuevo, o el encuentro constante con el estúpido





¡Sabed insensatos que no es sólo lectura lo que nos perturba, no es sólo placer lo que nos rodea!


Esta nueva entrada, cuyo título coincide con el que da nombre a este blog,  incide de nuevo a la reflexión sobre un tema conocido pero solapado por nosotros mismos.
Hoy hablaremos del grupo, grupos o individuos  que luchan  en lo que se supone es el combatiente idealista en los entrantes del siglo XXI.

Sin pretensión ni deseo de acaparar una atención inmerecida, pues todo lo escrito aquí no debe pues suscitar más que ampollas (siendo esta una de las finalidades del blog), comenzamos con una crítica global o autocrítica de los modelos entronizados en este caricaturesco movimiento en el que se ha convertido el legado de uno de los sucesos más grandes vividos por el hombre. 


Kalki


El Nacional-Socialismo, lejos de ser un partido mediocre, se convirtió en una de las cosmovisiones, mejor dicho en  la cosmovisión del ente europeo por antonomasia. Movimiento caracterizado y apoyado por una férrea y sólida filosofía. Filosofía avalada por las más grandes mentes de cada centuria.

Frente a esta creación del hombre, que podemos denominar súmmum del pensamiento y desarrollo occidental Indoeuropeo nos encontramos con la barbarie en cuyo rostro nos vemos reflejados.

El desarrollo de las potencialidades de los individuos hasta hoy ha sido diametralmente opuesto a los caminos que siguieron pretéritamente nuestros antecesores. El fortalecimiento del intelecto va en detrimento de nuestra formación natural si no es de un modo ecuánime, hecho demostrado y constatado de forma empírica en nuestro derredor.

Nuestra sociedad bastarda, concretamente el núcleo al que nos referimos, se ha transformado en un grupo disperso, de ideas opuestas, con fin señorial, pecuniario y zafio. Todo grupo, sea cual fuere, busca para sí el reconocimiento populista y la cota de poder consecuente.

La búsqueda de la superación del individuo mediocre queda pues en letargo, incluso en extinción. Los ya nombrados (nosotros inclusive), no buscan mas allá de sus problemas personales, de sus luchas cotidianas y superfluas, profundizando en la  paradójica e inacabada lucha contra el ego. Es pues el dragón quien esta venciendo esta contienda.


Una consecuencia directa de todo esto es observable. Sólo debemos mirarnos a nosotros mismos y a nuestro entorno de camaradería. Entorno mezquino pese a la rebosante intelectualidad que caracteriza a algunos miembros. Éstos a su vez, olvidan muy a menudo pese a rubricarlo una y otra vez sobre el papel, experimentar todas las aseveraciones relacionadas con el mantenimiento físico entre otras muchas cosas.

Si bien, no cabe esperar nada del individuo charlatán, mucho menos podemos hacerlo de  enjutos demagogos abanderados por la siguiente máxima: “Haz lo que yo diga pero no lo que yo haga”.

Tras esto, sólo nos queda ahogarnos en la reflexión y ahondar en otros menesteres que también tienen relación con todo esto.

Taxativa espera la del ¿Qué hacer?, suponen para el individuo mediocre un punto de inflexión en la continuidad dentro de éste entorno. Viéndose éste aplastado frente a la superioridad del gigante, recurre a la letanía, al oscurantismo y al refugio de la estulticia como lugar de tránsito ante la agónica situación.



Licurgo



¿Cuándo? Es otra sugestión notable entre los miembros del núcleo. ¿Cuándo ocurrirá…? ¿Cuándo llegará el momento ansiado…? Cuestiones retóricas…. La respuesta plausible a un elemento retórico es la que da uno mismo, es el momento en el que decide iniciar la andanza. El momento en el que Alonso Quijano decidió abandonar el mundo retórico e ilusorio para por fin materializar el idealismo.

El momento propicio es cada momento, todo efecto es producido por una causa que lo precede.
Dejemos ahora de lado el cuándo y centrémonos en el cómo:
¿Cómo ha de ocurrir…? La ciencia es un poderoso aliado de la filosofía, son dos campos complementarios, ambos beben una de la otra, sólo es menester recordar de dónde  surgieron ambas y de qué manera.

Utilicemos pues la imaginación, y hagamos uso de una metáfora para establecer el cuándo:
Supongamos que el entorno, el pueblo, que nos rodea es una cazuela de agua  al fuego, en determinado momento el agua comenzará a hervir. Ahora bien, justo antes de comenzar, el instante antes de ocurrir, podemos denominarlo punto de no retorno. Extrapolen y verifiquen el cuándo…

Sin necesidad de empleo de más cuestiones, es menester seguir con la destrucción de lo anodino que habita en nuestro ser.

Habitados también por seres alfeñiques que dicen representar el ideal apolíneo, suponen también una carga para la “lucha” en cuanto a lucha es. La defensa de una cosmovisión no reside en el acomodamiento del individuo y por ende a la inducción del debate hedonista. La defensa estriba en el acto, en la voluntad de cada individuo que lucha por superarse a sí mismo, de un modo ecuánime con su mente, con su espíritu.

Pregoneros de la libertad, trovadores de lo bello, poetas de la rectitud y la moralidad, aquello que somos y seremos. Sólo vociferantes incapaces de mirar más allá de lo que somos. Redundantes egocéntricos, pecamos del hecho de posesión de inteligencia, una inteligencia innata y sin embargo de poco nos ha servido en esta centuria salvo para nuestros meros intereses.

Grito pues al vacío, aquello de lo que estamos llenos: ¡Caed presuntuosos, caed! ¡Somos gobernados por la medianía y el desorden! ¡Es el día del caos! ¡Es el día del caos!!Salid de vuestro escondite, romped vuestras máscaras, sed vosotros, sed lo que fuisteis!
Para ver la luz, primero hemos de conocer la oscuridad…

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