RETORNO AL ORIGEN: EL INICIO DE LA LUCHA
“Pero aquellos que alcanzan el mundo del Sol, que buscan su Sí-mismo por el camino del Norte, por la ascesis, las prácticas brahmánicas, la fe, la ciencia. Tal es la morada de los soplos. Así es la inmortalidad, la seguridad. Tal es la meta suprema. De allí no se vuelve. He aquí la supresión de los renacimientos (…)
PRASNA UPANISHAD
Recientemente se ha podido observar de una forma un tanto escabrosa como ciertos círculos cercanos a un posicionamiento cosmovisional más o menos acertado intentan combatir con todas la medidas posibles esta crisis socio-política vivida en el corazón de Occidente, pero antes de todo cabe preguntarse ¿Son correctas las medidas a defender? ¿Es posible una lucha antidemocrática por la vía democrática? ¿Es posible luchar sin un previo análisis de lo que conlleva dicha acción? Evidentemente la respuesta ante tales formulaciones es un rotundo NO.
Actualmente podemos evidenciar como toda clase de partidos políticos intentan ganarse un lugar en los gobiernos para poder poner en práctica toda una serie de medidas formuladas para paliar la situación actual pero parece ser que de lo que no se dan cuenta es que cualquier posicionamiento o vía de los mismos esta muerto/a.
Y se afirma esto por medio de lo siguiente; o bien las ideas de los mismos son las erróneas o por el contrario aquellas que pudieran ser valederas fueron formuladas en una época que ya toco a su fin es decir, que ya feneció.
Por la visión actual ante tales hechos es la siguiente; no puede ser posible una lucha comunitaria cuando el interior de cada hombre perteneciente a la misma esta en posesión de las fuerzas del mal, cuando este individuo es presa de deseos, de codicia cuando vive amparado únicamente en su calidad de mortal olvidando por completo su origen divino aquel estadio que le hace valedor de la gnosis primordial.
“Pero aquellos que alcanzan el mundo del Sol, que buscan su Sí-mismo por el camino del Norte, por la ascesis, las prácticas brahmánicas, la fe, la ciencia. Tal es la morada de los soplos. Así es la inmortalidad, la seguridad. Tal es la meta suprema. De allí no se vuelve. He aquí la supresión de los renacimientos (…)
PRASNA UPANISHAD
Recientemente se ha podido observar de una forma un tanto escabrosa como ciertos círculos cercanos a un posicionamiento cosmovisional más o menos acertado intentan combatir con todas la medidas posibles esta crisis socio-política vivida en el corazón de Occidente, pero antes de todo cabe preguntarse ¿Son correctas las medidas a defender? ¿Es posible una lucha antidemocrática por la vía democrática? ¿Es posible luchar sin un previo análisis de lo que conlleva dicha acción? Evidentemente la respuesta ante tales formulaciones es un rotundo NO.
Actualmente podemos evidenciar como toda clase de partidos políticos intentan ganarse un lugar en los gobiernos para poder poner en práctica toda una serie de medidas formuladas para paliar la situación actual pero parece ser que de lo que no se dan cuenta es que cualquier posicionamiento o vía de los mismos esta muerto/a.
Y se afirma esto por medio de lo siguiente; o bien las ideas de los mismos son las erróneas o por el contrario aquellas que pudieran ser valederas fueron formuladas en una época que ya toco a su fin es decir, que ya feneció.
Por la visión actual ante tales hechos es la siguiente; no puede ser posible una lucha comunitaria cuando el interior de cada hombre perteneciente a la misma esta en posesión de las fuerzas del mal, cuando este individuo es presa de deseos, de codicia cuando vive amparado únicamente en su calidad de mortal olvidando por completo su origen divino aquel estadio que le hace valedor de la gnosis primordial.
Este a su vez vive en un mundo donde la cultura, transmisora del espíritu del tiempo presente a tocado a su fin, todo cuanto debe de ser necesario edificar, crear esta imbuido de formas meramente fantasmales, ilusorias sin nada elevado en lo que sostenerse.
Así que tras realizar este breve bosquejo de la situación presente es debido ante todo advertir lo siguiente; todo aquel en el que en un momento u otro a sentido la llamada de la sangre debe primero luchar contra su “alterego”, contra esa parte de nuestro ser que nos oprime y nos imposibilita desarrollar un espíritu noble capaz de afrontar las batallas que nos deparara el porvenir, pues nuestra lucha debe de estar totalmente alejada de votaciones, parlamentarismo y demás ralea plutócrata, nuestra lucha debe de ir encaminada a forjar una nueva espiritualidad indoeuropea a su vez sustentada esta en nuevas concepciones culturales, filosóficas, pictóricas… y tras el triunfo de estas sobre la actuales, habrá lugar para una actuación en el plano físico ( entendido este como socio-político).
Fijémonos como muchos de los ejemplos valederos son los ocurridos a finales del S.XIX, esta época fue un hervidero de nuevas ideas y concepciones culturales, por lo tanto si esto fue de este modo es porque el hombre de entonces percibió de forma enérgica que todo lo circundante a su existencia estaba obsoleto y caduco, de este modo un verdadero móvil desemboco en una REAL necesidad de crear en ningún caso re-crear (indiferentemente de lo que ante un posible juicio tengan de valedero susodichas creaciones).
Finalmente y a modo de conclusión, se anima a todos aquellos espíritus despiertos y exhaustos de advertir a su alrededor podredumbre y mediocridad, que inicien el reencuentro con su Yo, que lo conquisten por la fuerza si es menester y una vez convertidos en hombre íntegros que desplieguen todo su arsenal creativo por el más preciado bien a preservar, nuestra existencia como pueblo, pues de no ser concebida así nuestra labor actual, difícilmente creo que lleguemos a alcanzar la meta de la que se está predispuesto des de el mismo día en que fuimos concebidos.
SALVE ET VICTORIA!
Así que tras realizar este breve bosquejo de la situación presente es debido ante todo advertir lo siguiente; todo aquel en el que en un momento u otro a sentido la llamada de la sangre debe primero luchar contra su “alterego”, contra esa parte de nuestro ser que nos oprime y nos imposibilita desarrollar un espíritu noble capaz de afrontar las batallas que nos deparara el porvenir, pues nuestra lucha debe de estar totalmente alejada de votaciones, parlamentarismo y demás ralea plutócrata, nuestra lucha debe de ir encaminada a forjar una nueva espiritualidad indoeuropea a su vez sustentada esta en nuevas concepciones culturales, filosóficas, pictóricas… y tras el triunfo de estas sobre la actuales, habrá lugar para una actuación en el plano físico ( entendido este como socio-político).
Fijémonos como muchos de los ejemplos valederos son los ocurridos a finales del S.XIX, esta época fue un hervidero de nuevas ideas y concepciones culturales, por lo tanto si esto fue de este modo es porque el hombre de entonces percibió de forma enérgica que todo lo circundante a su existencia estaba obsoleto y caduco, de este modo un verdadero móvil desemboco en una REAL necesidad de crear en ningún caso re-crear (indiferentemente de lo que ante un posible juicio tengan de valedero susodichas creaciones).
Finalmente y a modo de conclusión, se anima a todos aquellos espíritus despiertos y exhaustos de advertir a su alrededor podredumbre y mediocridad, que inicien el reencuentro con su Yo, que lo conquisten por la fuerza si es menester y una vez convertidos en hombre íntegros que desplieguen todo su arsenal creativo por el más preciado bien a preservar, nuestra existencia como pueblo, pues de no ser concebida así nuestra labor actual, difícilmente creo que lleguemos a alcanzar la meta de la que se está predispuesto des de el mismo día en que fuimos concebidos.
SALVE ET VICTORIA!
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