Ciertamente, es este un mensaje de desaliento para todos aquellos revolucionarios de salón que, aburguesados en sus vidas monótonas y sin motivación existencial alguna, más allá de rascarse el propio ombligo al grito de “somos la élite” leen y siguen este blog.
El cuaderno virtual en el que suscribo se diseño en su día con una clara intencionalidad, la de ofrecer una visión filosófica aristocrática a aquellos buscadores de la verdad no contemplativos que huían de los tópicos y los lastres ideológicos del conservadurismo y el pasado, trazando con ello un nuevo sendero ascético de interpretación viril de la vida y aplicando las propias conclusiones extraídas como hombres libres que se presuponen a su modus vivendi.
La claridad de que la cosa no va bien se plasma con elocuencia al observar que un blog como este, creado para el debate, no es comentado ni por sus escasos seguidores. A buen seguro muchos de los escritos aquí planteados difieren de la corriente de pensamiento propia de cada lector pero, aun así, pocos o ninguno se digna a dedicar unos minutos de su precioso y desperdiciado tiempo a exponer sus desacuerdos y reivindicar sus posturas frente a lo que, a buen seguro consideran elucubraciones propias de un demente…
Si alguien piensa que este es un blog doctrinario donde uno afirma o sentencia ciertas aseveraciones que el resto acata de un modo disciplinado y jerárquico hierra por completo. Este, por el contrario, es un cuaderno donde dar rienda suelta a los pensamientos individuales de cada culo inquieto que se aventure a sus entrañas. Esto es un blog para filosofar, no un blog de filosofía… Es un blog idealista, no un blog ideológico… Es un blog de Hombres Libres, no de esclavos de un dogma (sea cual fuere).
La voluntad de superar al bípedo mediocre… de este modo reza el cabecero de esta página y es así como debe interpretarse su actuación. Bien está librarse de los típicos sitios de internet que refundan lo ideológico y recuecen lo ya escrito por otros en otros lugares y tiempos pasados pero ello no basta señores... no es suficiente como para jactarse de elevación y verse por encima de la mediocridad mundana que puebla la faz del planeta. La voluntad de cambio, de ascensión, pasa por el sacrificio a ultranza, por el reinventarse uno mismo por medio de la acción y la palabra ¡nunca de una sin la otra!
Espero que, en lo sucesivo, el aburguesado lector de estas líneas preste a su causa el minuto requerido para comentar lo que aquí se trata pues observar la batalla tras un monitor no le transforma a uno en capitán sino que le identifica como cobarde…
Que el espíritu combativo colme vuestras vidas ganándoos de ese modo el derecho a disputar el trono a los mismísimos Dioses.
¡Sea!
Salve et Victoria!
Querido comarada y amigo:
ResponderEliminarEn parte estoy de acuerdo con lo espuesto anteriormente, pero ten tambien en cuenta varias razones para no participar en los comentarios a tus acertadas palabras:
- Una de ellas puede ser eso mismo, tus acertadas palabras, con lo que cualquier comnetario sobre estas prodria llegar a ser vanal.
- otra de las razones podria ser el no saber esplicar lo que se quiere decir, que el corazón vaya mas lejos que la cabeza.
- y otra podria ser la que dijo alguien: " Es mejor estar callado y pasar por ignorante que hablar y confirmarlo"
Sin otro particular se despide de ti con un saludo Imperial y un fuerte abrazo.
Pepelu
Muy buen mensaje. Totalmente de acuerdo contigo. El problema es que el aburguesamiento es tan poderoso que hay que usar espatula para despegar a los señores de sus sillones.
ResponderEliminarA pesar de todo creo que hay que seguir insistiendo día a día. No hay que bajar los brazos. Ya has oido decir que no está muerto quien pelea.
Saludo romano.
Coincido con Pepelu. ¿Qué se puede decir ante algo con lo que se comulga, salvo la aprobación y el aplauso? Precisamente son los burgueses los que más escriben en los blogs y foros. Los hombres de armas suelen callar y aprender.
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